granermano

Menos mal que este año tenemos dos casas para que, combinando imágenes, puedan salir unos resúmenes decentes... porque salvo contadas excepciones, los días pasan sin aportar nada realmente emocionante. Parece que surgen parejitas o por lo menos tensión sexual entre ellos (Marta y Josema, digo, Joaquin, Julio y Lydia, Coplas y Malaguita...) pero, como para todo, ponen la misma emoción que un conejo saltando a la cazuela no termina de surgir la chispa.

Hasta ellos mismos reconocieron el sábado pasado estar aburriéndose más que viendo las reposiciones de "El Marco" en bucle, hasta el punto de que Jhota y sus amiguitas se divirtieron jugando al escondite inglés, después de dejar bien claro a las cámaras que lo hacian porque la otra alternativa era saltar la valla y volver a sus casas como si todo hubiera sido un mal sueño. Y eso que no saben que a partir del 1 de enero no les dejaran fumar, que parece ser lo único que hacen con ganas...

Entre conversaciones de adolescente y juegos infantiles las casas se han metamorfoseado hacia extremos completamente divergentes. En la casa dos se van formando grupos, debido a que han descubierto por qué los dos amigos fibrados llevaban tan poca ropa en la maleta, con un solo calzón son capaces de pasar toda la semana... uno para los dos claro, sin cometer excesos. Además se han dado cuenta de que el resto de la maleta debe estar llena de neuronas, porque en algún sitio han tenido que guardar todas las que les faltan, normalmente los seres humanos tan deficientes no sobreviven pasados los primeros meses de vida.

Mientras tanto en la casa 1, todos se quieren, se aman y hasta son capaces de apostar por el lado amable del feroz. Por ese motivo he decidido apoyar a Julito, el nene tatuao, porque aunque tiene el carné del club de las miofibrillas, el hecho de estar separado le hace ser más soportable, y tiempo habrá para mandarle a su casa. Pero lo que más placer me daría durante la gala del jueves, sería ver a Óscar salir por la puerta, y a su amiguito arrastrao por las esquinas. Difícil lo veo... pero por intentarlo no pasa nada.

A ver con qué no sorprenden este jueves. Viéndoles venir, quizá sería buena idea que los nominados no expulsados cambiaran de casa. Aunque eso puede romper el ritmo de convivencia en cada casa, ahora no perderíamos nada, y con el tiempo puede dar mucho juego. No habría estado mal ver el año pasado a Gerardo viajando de casa en casa repudiado por ambos lados.