Un hombre, dos destinos

Visto el previsible y cada vez más patético debate del domingo, mortalmente acompasado por los histriónicos ritmos de Lukas con K y de Lorena C (¿qué será lo próximo?¿Jordi con G?), y el resumen de esta noche, cada vez tengo más encasillado a cada personaje dentro de su cueva.


Desde hace semanas estamos asistiendo a otro capítulo de realidad a dosis poco aptas para seguidores demasiado apasionados. En esta ocasión la historia es de vieja, cansina, pero no por eso aprendida porque para opiniones divididas las de este culebrón. Por un lado tenemos al macho ibérico de toda la vida, eso sí versión 2.1 que entre Alfredo Landa y Arturito hay más de una diferencia fruto de la evolución del producto hispano. Y para que el juego esté asegurado, dos féminas a cuál más diferente, representando dos esterotipos marcados y antagónicos.


La situación previa es la misma para ambas mujeres, las reacciones muy diferentes. Él se sabe atractivo, él se sabe dominante, él se sabe con la labia suficiente como para entrar en un convento y camelarse hasta a la madre superiora, y eso le hace ser tan seguro de sí mismo que cualquier contratiempo se puede volver un drama de consecuencias desproporcionadas. La tarea es sencilla, a una mujer le lanzas los halagos que está deseando oir y la tienes comiendo debajo de tu bragueta hasta que encuentres a otra.

Y ahí estaba Indhira. Llegó primero. A priori esa es la única diferencia. Si hubiese sido al revés la película habría sido muy distinta, ¿eso es amor?. Ella es simple, sin estima ni amor propio y cayó en la red. Los piropos, las palabras que una persona ególatra estaba deseando oir, la llevaron a entregarse sin condición viendo en la pasión el compromiso y en el entretenimiento el amor.

Macho ibérico 1 - Mujeres siglo XXI 0

Una vez completadas todas las partidas del juego y superadas todas las pantallas, aparece una nueva presa: Carol. El macho ibérico no puede actuar de forma diferente a la que las mujeres simples, fáciles y carentes de dignidad le han acostumbrado, pero ahora la protagonista se quiere así misma. Ahora a la protagonista no le chorrean las bragas por cuatro palabras halagadoras, ahora ya no vale con enseñar tatuaje y músculo. Estrategia o realidad, nunca lo sabremos, pero esta mujer no quiere entrar en el juego, quiere poner a cada uno en su sitio, quiere demostrar que una mujer también puede decidir, también puede llevar el timón del barco y amarrarlo en el puerto que más le convenga.

Macho ibérico 1 - Mujeres siglo XXI 1

Entonces Arturo se descoloca, no entiende qué ha podido fallar y vemos escenas tan patéticas como las de la fiesta de este domingo, cuando ella juega y se divierte pero no se somete a la primera de cambio, mientras él, totalmente descolocado, la tacha de falsa y fresca. Con el machismo destilando durante toda la historia ahora solo toca decidir qué actitud debemos premiar, la de siempre, la que lleva impidiendo avanzar a las mujeres desde los tiempos de Alfredo Landa y las suecas, o la de la mujer que como el hombre puede decidir y optar.

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1 Response to "Un hombre, dos destinos"

  1. Coda says:
    13 de diciembre de 2009, 5:38

    Me encanta que Arturito beba de su misma medicina... el otro día me decían que el comportamiento de carol es de calienta braguetas... no lo comparto, pero si así fuera... que se joda el arturo y que la machaque a pajazos!! hala,a chiflar a la vía!!